El otro día, tomando un café con tu amigo Heidegger, llegué a la conclusión de que hay que ser muy capullo para entenderlo en cierto estado.
Lo de ser bipolar es algo con lo que ya convivo, sin ningún problema a parte del pequeño tema de la incomprensión social.
Ayer, Horacio, el cocinero de la residencia, me dijo que los de las islas estábamos tocados por el tema de estar rodeados de mar. Le dije que su nombre sí que era de jodidos locos y el hijoputa conocía a Cortázar y me la torró dos horas. Su cuento preferido es La continuidad de los parques. A pesar de ello, me cae fatal, porque no me quiere admitir que lo que flotaba en la sopa no era apio sino bichos. Te lo juro, como una cabra. Así que a parte de todo eso que te gusta adjudicarte de morir en la calle (con vino de tetrabrik claro) o ser decadente, añádele el vivir en distintas partes del mundo cocinando para niñatos. Z.
4 comentarios:
maravilloso
no tiene otra palabra...
ahora bien
cómo puedo encontrarlo?
hola manu,tanto tiempo!! como estas???
aplaudo, una vez más, a benedetti .-
El otro día, tomando un café con tu amigo Heidegger, llegué a la conclusión de que hay que ser muy capullo para entenderlo en cierto estado.
Lo de ser bipolar es algo con lo que ya convivo, sin ningún problema a parte del pequeño tema de la incomprensión social.
Ayer, Horacio, el cocinero de la residencia, me dijo que los de las islas estábamos tocados por el tema de estar rodeados de mar.
Le dije que su nombre sí que era de jodidos locos y el hijoputa conocía a Cortázar y me la torró dos horas.
Su cuento preferido es La continuidad de los parques. A pesar de ello, me cae fatal, porque no me quiere admitir que lo que flotaba en la sopa no era apio sino bichos.
Te lo juro, como una cabra.
Así que a parte de todo eso que te gusta adjudicarte de morir en la calle (con vino de tetrabrik claro) o ser decadente, añádele el vivir en distintas partes del mundo cocinando para niñatos.
Z.
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