lunes, 15 de octubre de 2007

mi vida, no hay derecho

Tratan de convencernos de que aquí no pasa nada.
Mientras la ciudad muere, hay quién ya clama venganza.
Se empeñaron en matarnos la ideología
y, no contentos, ahora mandan sus perros de cacería.

claro, todo es un modo interminable de vivir, de cómo vivir.
de nuevo regreso a mi mode on. apatía como modo de vida ¿compartido?
no sucede más. no hay más que carencia de estado anímico, de ganas de decir 'bien' -no es malo sólo es eso, carencia de estado-.

ahí reside mis COSTUMBRES SÁDICAS:

Los ambulatorios acostumbran a cerrar por las noches.
Perros indigentes y poetas agachados, aferrados
al suelo frío, el alma a pedazos.
¿cómo marchitar estética?
¿cómo sino?
Libertad.
Libertad es tristeza si desarraiga viejas canciones.
Es tristeza un modo dramático de vivir,
ligeramente inclinada a las creencias hedonistas,
a creerse deslegitimada,
sumergida en una forma inconsciente de sadismo.

¿Cómo voy a entrar si aún estás abriendo las barreras?
Son aún las ocho y veinticuatro,
pronto podré entrar y ahogarme en morfina.


hay quien dice que el nacismo procede de platón.

1 comentario:

Paz dijo...

Rayuelil.
No te avisé que eso no se cura,
si te pasa, te pasa para siempre.

Creo que las tartas, los pasteles, todo,
viste mi apatía de colores.
La risa y mirar por la ventana.
Salir a pasear,
la moca,
beber con pajita.

En esta ciudad hay más radiotaxis que sentimientos,
y no parece que vaya a cambiar.