jueves, 3 de enero de 2008

confesiones I

una sombra al acecho,
aguardando, callada, el tropiezo.
un movimiento, para abandonar la pasividad.

vivo opaco de sentir,
empuñando un silencio roto
y una mentira a medias:
mi confesión de estar muerto.



al final, descubrí que sí sabía mentir
y que mis mentiras arrastraban a todo el mundo.
también descubrí que mentir era considerado mentir aunque tú creyeras firmemente en lo que decías, pues había una verdad suprema que deslegitimaba mi palabra.


3 comentarios:

Verónica Sedgwick dijo...

"Como dicen en mi colmena, la mentira no es buena"
La mentira en realidad forma parte de nuestras vidas, de una manera o de otra, siempre hay algo oculto o que no es real, el misterio está en descubrirlo nosotros antes que los demás.

LoOla dijo...

Los mentirosos nunca la tuvieron pequeña...


Saludos brujos!

Bip...Bip..Bip dijo...

Buen pensamiento... saludos!!!