martes, 11 de septiembre de 2007
sentado, esperando a que llames.
cada vez que subo al autobús, olvido.
todas las mañanas, al apagar el despertador, olvido.
necesito sentarme y que la espiral que me recorre por dentro se centre y pueda serenar mis pasos. entonces sí puedo pensar qué me sucede.
no creo que nada cambie, al volver. creo que todo será igual.
¿parece que en granada vaya a encontrar lo que busco?
algo de ello sí.
me siento como cierto cabrón enigmático.
quiero café.
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2 comentarios:
sentada
leyendo lo que salió de tu no olvido
te digo
algo ya cambió
algo se movió dentro de ti
y esa espiral, esa que gira incesante
que vierte sobre ti el café
y el desasosiego
se parará
y serenamente
te mirarás en el espejo
y dejarás de sentirte
distante
un beso en cada olvido.
un sueño sin enigmas.
pueden ser dos?
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